¿Recuerdas el último libro que has leído? ¿La última película? Me gustaría que reflexionases si, mientras le estabas dedicando tiempo, en algún momento te planteaste cómo iba a acabar: ¿Un final feliz? ¿El protagonista salva a los rehenes, pero muere en el proceso?
Independientemente de la respuesta, plantear hipótesis sobre el futuro, incluso cuando no tenemos toda la información, es algo que el ser humano hace de forma automática (¿Cómo quiero que acabe esta relación? ¿Qué será de mi vida de aquí a diez años?). Es un proceso que agiliza la toma decisiones y la resolución de problemas.
Lo curioso es que este rellenado lo hacemos incluso en cuestiones que no nos afectan directamente (como la trama de una novela, el destino del protagonista de una película o el resultado de una acción en un juego de mesa).
¿Hemos acertado nuestra conjetura? ¡¡Nos sentimos genial!! (subidón de adrenalina ;D) ¿Qué hemos fallado? Pues según el grado e irreversibilidad de lo sucedido, nos movemos en el pantanoso terreno entre las ganas de revancha y la frustración.
¿Hemos acertado nuestra conjetura? ¡¡Nos sentimos genial!! (subidón de adrenalina ;D) ¿Qué hemos fallado? Pues según el grado e irreversibilidad de lo sucedido, nos movemos en el pantanoso terreno entre las ganas de revancha y la frustración.
¿Que significa este "rellenado"?
Cuando algo nos importa, nos resulta interesante o lo consideramos un generador potencial de emociones, estas predicciones nos permiten tener una sensación de control sobre el tema en cuestión. Una vez deseamos un desenlace y aportamos por él, la historia de un libro pasa de ser una sucesión de eventos a "algo más", el destino del protagonista y el nuestro pasan a estar unidos ya que al desear algo para él, nuestros caminos comienzan a correr paralelos.
Esta unión hace que cualquier imprevisto que nos aleja de lo esperado lo vivamos con igual intensidad que el protagonista. La empatía y la emoción se dispara. Será difícil olvidar ese giro inesperado.
¿Y qué pasa al final? ¿Sentimos lo mismo si el desenlace es el deseado? ¿Y si no?
¿Esto vale para la formación?
Cuando empiezas un módulo de formación que afirma basarse en Storytelling... ¿En qué momento has "decidido" cómo quieres que acabe?
Si no te lo has planteado, no había realmente una historia, o esa historia no ha logrado conectar contigo. No te interesa, no te emociona... Probablemente lo poco que aprendas lo vas a aplicar muy poco, y lo habrás olvidado a la semana. Seguramente hablamos de un libro interactivo, no de una experiencia de aprendizaje.
No lo olvides: La creación de predicciones sobre el futuro deseado de un tema u objeto es un indicador del interés que tenemos hacia él.
Algunas pistas para lograr la integración del usuario con la historia
Generalmente uno se integra con lo que está viendo y viviendo por medio del personaje protagonista. Con este objetivo, varias acciones son aconsejables:
El primer y evidente truco es que exista una historia. Como mínimo, un personaje con una necesidad conocida por el usuario y un obstáculo para conseguirlo.
Una segunda opción es facilitar al usuario el diseño del personaje. Cada elección que nos permita diseñar un protagonista para el módulo nos acerca más a él ya que nos percibimos como responsables de su creación. Este vínculo aparece incluso cuando ese diseño no tiene efectos prácticos sobre la dinámica posterior del juego.
Control y libertad: Si el usuario percibe que toda su aportación a la historia es pulsar un botón o (peor) que pulse el botón que pulse el resultado será el mismo... Probablemente encontrará más emoción y aprendizaje leyendo un libro de "Elige tu propia aventura". O jugando a un videojuego (¿Tengo que volver a hablar de Heavy Rain? ;D).
Además este efecto de predicción puede segmentarse de manera bastante fácil. Se puede fomentar la predicción de puntos intermedios (como los cliffhangers de las series antiguas), para generar "recompensas" intrínsecas en el jugador cuando el resultado es el esperado... o para motivarle a continuar cuando las cosas se tuercen (Tensión narrativa, ni más ni menos!).
En resumen
Prestamos atención a lo que nos preocupa o nos interesa. Nada nos preocupa más que nosotros mismos o aquello en lo que hemos invertido tiempo y esfuerzo (aunque sea dedicarle una simple predicción de futuro).
Comparado con técnicas clásicas de memorización, la emoción que emana de una historia quizás no nos ayude a retener, por ejemplo, la lista de todos los derechos humanos... Pero probablemente la emoción sí nos facilita la identificación de esos derechos al verlos en la vida real y nos inclina a actuar conforme al espíritu con el que fueron constituidos dichos derechos.
Comparado con técnicas clásicas de memorización, la emoción que emana de una historia quizás no nos ayude a retener, por ejemplo, la lista de todos los derechos humanos... Pero probablemente la emoción sí nos facilita la identificación de esos derechos al verlos en la vida real y nos inclina a actuar conforme al espíritu con el que fueron constituidos dichos derechos.
Mediante la atención y la emoción aprendemos de forma consistente y natural, y aquello que se retiene se mantiene en la memoria y suele ser el espíritu del concepto, antes que la letra.
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