Me encanta LinkedIn, porque me permite debatir sobre temas en los que no tengo mucho conocimiento (muuuchos) y es posible encontrar personas dispuestas a orientarte y compartir su experiencia y opiniones.
En justa retribución he aprendido unas cuantas cosas sobre los juegos y las emociones que me parecen interesantes y que quiero compartir por aquí.
Empezando por lo más pequeño
Esta foto es del Sr. Dopamina. No parece muy imponente ¿Cierto? ¡Pues atención! Es uno de los principales neurotransmisores (NT) implicados en los circuitos del placer y en la emoción placentera. ¿Me como un delicioso pastel? El cerebro suelta una inyección de dopamina ¿Sexo? Dopamina.
Evidentemente la dopamina y el placer están relacionados en todos los seres humanos... Pero los estímulos que desencadenan el NT y la cantidad liberada difieren según las personas y las circunstancias.
Saliendo de las capas más bajas y fisiológicas de la pirámide de Maslow, estudios demuestran que el cerebro humano libera dopamina incluso ante estímulos intangibles ¿Veo una película que me gusta? ¿Creo que mi jefe viene a darme un ascenso? Dopamina. Si me cruzo por la calle de forma inesperada con un preciado amigo al que hace mucho que no veo ¿Qué sucede? ¡Exacto!
Me gusta cuando está... Pero sobre todo cuando VA a estar.
Estudios más recientes han demostrado que el ser humano no solo responde a estímulos intangibles. Sino que responde con dopamina (y emociones positivas) también cuando ANTICIPA que van a aparecer estímulos intangibles. ¿Estoy esperando a mi novia y se acerca la hora? ¡Dopamina! ¿Se acerca la hora de comer mi plato favorito?... Pues adivina lo que pasa.
¿Qué tiene que ver esto con el diseño de serious games?
La dopamina, al potenciar la emoción, se relaciona con el incremento de la atención, la repetición de la conducta y la retención y recuperación de situaciones en el corto y medio plazo. Las emociones negativas tienen similares efectos sobre el aprendizaje... Pero con efectos colaterales que podéis fácilmente intuir (entre los que el estrés es el más evidente).
Vamos a cosas concretas. Imagina que al diseñar las pautas de aprendizaje en tu juego sitúas estímulos visuales o auditivos que indican un avance positivo hacia la conclusión exitosa del módulo o del capítulo. Potencias y clarificas la expectativa de exito y por tanto ¿Qué sucede? ¡Dopamina! Y por tanto consolidación de la conducta. Y satisfacción. y mejor adquisición de la experiencia.
Soy jugador de videojuegos y veo usos de esta técnica de forma constante. Cualquier episodio de la saga Zelda me sirve. Observa el siguiente vídeo:
Los diseñadores han unido la aparición de una recompensa (Cofre del tesoro) a una música y estilo visual determinado (giro 360º en torno al personaje). Añade unos segundos de espera antes de mostrar el tesoro-recompensa y... Voilà! Dopamina al canto.
Prueba tú: Pregunta a alguien que haya jugado completo solo uno de los juegos de Zelda si reconoce el jingle. ¿A qué tipo de emoción lo asocia?
Pequeña anotación, son mucho más efectivos los desencadenantes visuales y auditivos que otros que requieren un procesamiento mental más profundo (por ejemplo, porcentajes de avance) porque los primeros se procesan de forma mucho más directa e inconsciente.
Al fin y al cabo, en nuestros millones de años de evolución en tierra salvaje, a la hora de detectar peligros o fuentes de comida ¿Buscábamos pistas audiovisuales o barras de porcentaje?
Seguro que podéis ver otras aplicaciones claras a la hora de diseñar vuestros serious, pero quería resaltar este tema porque sigo insistiendo en que todavía no usamos en nuestras experiencias interactivas todo el potencial de la música y de las pistas visuales.
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