Bueno, pues poco a poco navego por las procelosas aguas
de la primera semana del MOOC sobre gamificación en el aula de educaLAB, que
como todos los cursos masivos oculta bajo su aparente punta de contenido
inicial todo un iceberg sumergido de caminos, recovecos y tesoros escondidos.
Sirva este diario de Cuaderno de Bitacora, humilde, subjetivo y por tanto
parcial e inexacto.
Soy de preferencias exploradoras
por naturaleza, y me gusta el contenido de este MOOC, que me deja saborear a mi ritmo las
diferentes alternativas. En ese sentido me he encontrado con una semana nutrida
de ejemplos (he podido renovar mi agridulce flirteo con las Piano Stairs).
Ejemplos quizás demasiado anglosajones para mi gusto, habida cuenta que estamos
a la cabeza de este tema y tenemos numerosos ejemplos muy potentes y muy
específicos para cualquier sector, con empresas como Cookie Box, Marinva,
OuiPlay o Aiwin, por citar algunas.
Quizás este mismo carácter explorador
me hace un tanto reticente a que me den las respuestas de antemano: ¿Qué es la
gamificación? ¿Qué es el juego? ¿Que el aprendizaje basado en juegos? Precisamente
la reflexión de los componentes comunes y diferentes entre estos conceptos y el
debate entre la comunidad de alumnos me parece una oportunidad superinteresante
para comprender las raíces de todo lo que hablamos.
Un reto - Mi avatar |
Echo de menos un embarque (onboarding) menos
"educativo", un punto inicial de captación que genere necesidad, que marque la
narrativa y ayude a fidelizar al alumno. Algo parecido a lo que hace McGonigall en su libro, una primera anécdota que
humanice y empatice con los miedos y dudas del profesor-jugador-alumno del MOOC
de forma que el alumno espectador avive esa chispita de curiosidad que tiene
dentro y nos aseguremos un primer arranque potente ante la inevitable curva de
aprendizaje que todos los cursos masivos tienen de forma intrínseca.
La aproximación al contenido es
académica, correcta en su cantidad, sólida en sus argumentaciones y se defiende
dentro de un campo complicado y difuso donde todavía hay mucho por definir e incluso el mismo
término en torno al que todo orbita todavía no tiene una definición consensuada.
En este sentido hay un intento claro por proponer una visión prismática de la
materia, recorriendo los "clásicos" (McGonigall, Pelling, Piaget y
los evolutivos, Huizinga...) y con algunas sonadas ausencias como Zichermann o
Deterding o gente del mundo de la etnografía como Parlett. Me ha motivado a crearme un Scoop.it , para hacer un flirteo con la curación de contenidos en un formato diferente al blog y a twitter... A ver si amplío mi PLE y salgo de mi zona de comfort :D
El apartado con los beneficios de
la gamificación es correcto en la parte cualitativa, y seguramente en una
futura edición se verá enriquecido para el deleite de todos esos alumnos de
hemisferio izquierdo enamorados de los datos por las investigaciones de sitios
como QuanticFoundry y similares.
Me ha llamado poderosamente la
atención las decisiones estéticas de los elementos dentro de los vídeos. No he sido
capaz de encontrar el motivo subyacente al despliegue audiovisual ni su vínculo
con la narrativa general del MOOC, llegando este efecto de disonancia a
desenfocarme del discurso que se me estaba presentando (en ocasiones puntuales, tampoco hay que exagerar). De hecho, pensando en
las capacidades y recursos del público objetivo, me pregunto si no se podrían
haber buscado soluciones lúdicas alternativas mucho más sencillas, como las ya
conocidas de Werbach en Coursera o las que usa Yu-Kai Chou en sus videos, jugando
con los fondos, realizando fallos de raccord intencionados u ocultando
mensajes.
En resumen, puedo decir que ha
sido una semana asequible, atravesando un "nivel 1" cómodo, receptivo
y que hace las cosas fáciles. Mucha y variada información que cada uno debe ordenar como
considere y mucho contenido para saborear. Con mucho lo positivo sobrepasa a
los pequeños detalles anecdóticos que he ido nombrando y que para nada empañan
una experiencia general muy adecuada para el aprendizaje.
¡Segunda semana, allá voy!
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