El hombre pulsa rápidamente con el ratón [click click click] mientras mira fijo a la pantalla, los ojillos ligeramente entornados en ese gesto que en los cursos de lenguaje no verbal dicen que indica concentración o astigmatismo, una de dos.
Me recuerda a Cortocircuito [Daaaaaatooos...]
Clickclickclick
Está a punto de decirlo, piensas. Y sus palabras surgen tan rápido que casi piensas que lo has dicho en voz alta.
Clickclick…
“Mira, puedo acabarme este módulo online en diez segundos”. Dice en el mismo tono que tú usas al jugar con la Wii y casi con las mismas palabras “Creo que está claro lo que hay que hacer”.
El cliente abrió la boca y dos soluciones se abrieron como puertas a dos mundos diferentes:
Puerta número 1. Controla. Limita. Pon barreras técnicas que impidan el avance rápido.
Puerta número 2. Despierta la curiosidad. Diseña algo que interesa. Crea algo útil para el alumno. Forja la actitud adecuada. Fomenta el boca a boca. Enamora. Crea fans rabiosos de obtener más.
No voy a contar el final de la historia, la puerta que atravesamos. Lo dejo a vuestra elección. En función de vuestra respuesta, obtendréis vuestros alumnos y forjaréis vuestra imagen profesional.
PD. ¡Destierra el clickclickclick!
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