¡CONCRETA lo que no te gusta!

A la hora de explicar (a nosotros mismos o a otros) qué es lo que nos molesta, no funciona, nos enfurece, nos bloquea o simplemente no nos gusta es complicado hacerlo en términos que potencien una resolución del problema.

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Lo mismo sucede cuando, actuando como facilitadores, recibimos quejas que percibimos como difusas o de difícil solución.

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He aquí una pequeña guía con "LOS OCHO INTERROGANTES" claves para definir un problema:

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1. ¿En QUÉ consiste, realmente, el error (conductas, hechos...)?
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2. ¿CUÁNDO se produjo el error?
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3. ¿DÓNDE (lugar, proceso…) se produjo?
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4. ¿QUIÉN es el responsable?
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5. ¿CÓMO se detectó?
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6. ¿POR QUÉ se produjo?
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7. ¿CUÁNTO? ¿CUÁL es el impacto?

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8. ¿QUÉ SUCEDERÍA de persistir el error?

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COROLARIO: ¿A cuántos interrogantes has respondido en tu última exposición del problema?